
2. Ayer conseguí atender mi antojo de comida japonesa. MP y yo fuimos al Taro, nuestro restaurante de cabecera. No nos aventuramos a pedir ningún platillo nuevo; comimos lo habitual, morosamente. Durante la comida recordé, luego de mencionar las películas de Walt Disney (los filmes que distribuye Disney, en realidad), The Straight Story, la película más rara y más normal de David Lynch. Supe que teníamos que verla, así que fuimos a buscarla al supermercado-librería más prominente de Miguel Ángel de Quevedo. No tenían el dvd, pero nos lo conseguían por algo así como 400 pesos. Para nuestra fortuna, el dvd estaba en el Blockbuster de al lado --una renta de 40 pesos--, una copia impoluta que, creo, fuimos los primeros en ver, pasada la tarde. Descubrimos que la película cumple una década de haber sido estrenada, así que verla fue una suerte de celebración. La historia es sencillamente maravillosa: un anciano recibe la noticia de que su hermano sufrió un infarto. Luego de un silencio prolongado, Alvin Straight decide emprender una odisea íntima: recorrer cerca de 600 kilómetros, de Iowa a Wisconsin, para visitar al hermano con el que lleva 10 años peleado. Incapaz de manejar un coche (tiene mala vista y, por lo mismo, no posee una licencia válida para conducir), construye una casa móvil que es jalada por una vetusta podadora de pasto. En su primer intento, Alvin falla: la podadora es un real vejestorio, así que termina de ejecutarla con una escopeta. Incapaz de renunciar a su empresa, Alvin se hace de una podadora John Deere usada, modelo 1966. Y comienza la odisea.
3. Hoy, C. amaneció de mal humor. Una historia fraternal lo acosa. Y creo que es hora de ofrecerle un par de six packs de la cerveza que más le guste.

2 comentarios:
Parece que siempre que pongo comentarios en tu blog es para decir "me gusta" o "estoy de acuerdo", al menos es la pura verdad. The Straight Story fue, durante años, mi película favorita. La fotografía, la música..., pero, esencialmente, es una película que me llena de esperanza. El viaje de Alvin está lleno de tropiezos -literalmente-, pero muestra la grandeza que cabe en un gesto simple de solidaridad (las varas atadas que deja la chava como mensaje lo prueban) y eso me hace pensar que los seres humanos, a pesar de ser tontísimos, valemos la pena. Siempre que pienso en esa peli de Lynch, me da gusto ser persona.
:( Mchuick, gatito...
Publicar un comentario