26.1.09

After Dark, After Hours, Murakami

¿A qué le teme Murakami? Mírenlo. Es un retrato viejo, tomado en su antiguo bar, Peter Cat, allende 1978, a un año de la publicación de su primera novela, Escucha al viento cantar. Detrás del futuro escritor, discos, muchos discos. ¿Y más allá de esos discos? El futuro, tal vez; la oscuridad, seguro. Y digo seguro, lo afirmo, porque termino de leer After Dark, su novela más reciente. Una novela breve, si la comparamos con El pájaro que da cuerda al mundo o Kafka en la orilla, aunque narrada a un ritmo que se antoja de tiempo real. Una noche en Tokio. Varios personajes cuyas historias se cruzan. Una mujer dormida que transita entre nuestro mundo y otro mundo, la realidad en inevitable, pero sutil, colisión con lo metafísico. Mientras leía After Dark no podía dejar de pensar en After Hours (1985), una película magnífica de Martin Scorsese. Ambas, novela y película, me hicieron sentir lo mismo: la noche es más habitable que el día, toda vez que uno consigue cruzar el umbral que separa al sueño profundo (cuando la noche nos vence) de la vigilia (cuando creemos haber vencido a la noche). En la noche el tiempo fluye de manera distinta. Hay horas que se antojan meses, minutos que parecen años, segundos que, simplemente, vencen a la eternidad. Pero la noche, como todo, de pronto se acaba. Sale el sol, esa luz gratuita, como quiere Murakami, y mudamos de piel, nos volvemos, de pronto, mundanos. Algo así. Y de nuevo: ¿a qué le teme Murakami?

4 comentarios:

Franco Félix dijo...

David. Leí este libro también. Y sí, estoy de acuerdo que hay una experimentación en tiempo real. Porque empecé a leer el libro a la misma hora que anuncia el inicio del libro. Y concidimos en tiempos. Gran libro. Yo pienso que Murakami le teme a los perros.

Libia dijo...

Tal vez Murakami le teme a la oscuridad, pero no como un niño que la cree habitada por monstruos, sino como ese otro lado en el que puede habitar cualquiera (tal vez él mismo), sólo desde otra perspectiva. De no ser "Tokio Blues", obra más 'realista' si se me permite el término, otras novelas y aun sus cuentos, me parece que encajan perfectamente en la descripción que haces "la realidad en inevitable, pero sutil, colisión con lo metafísico". After Hours es una gran película, sí. A la oscuridad, quizá, pero no a los gatos. Un saludo.

efg dijo...

Murakami le tiene miedo a que su gato desaparezca, una noche, en un árbol; a quedarse atrapado en un pozo; a que una bella mujer lo transforme en algo que no es; y a un empleo de oficina que lo despoje de sí mismo.
Me parece un tipo muy racional, pues.

Trajesdedías dijo...

Murakami puede temerle al azar. Hace un par de días este libro llegó a mis manos por una de mis mejores amigas, ahora que lo leo; y ahora que te leo en tu azar del recuerdo entre Martin Scorsese y Murakami, infiero que le teme al azar. Quizá Cortar el azar sea una ficción de cierto argentino... para un hombre que escribe en la impaciencia de no soñarse en la ciudad, basta el jazz o el deliz de la palabra.
un abrazo,
tu amigo,
isaac