25.1.09

200: Gatos, dientes, migraña, sueño

Llego a la entrada número 200 de este blog. ¿Qué publicar? Me decido por un sueño, un sueño muy reciente, ocurrido hace menos de una hora, volcado en mi ubicuo diario de sueños. Helo aquí: "Sueño con Joe y ahora que lo escribo descubro que en realidad sueño con Frankie, mi gato muerto. Cargo al gato y suelto al gato: el gato da un brinco casi olímpico, cae al suelo y, de pronto, comienza a respirar muy rápido. MP trabaja, no se da cuenta de lo que sucede. Tomo al gato en mis brazos, pienso que se lastimó un pulmón, que una costilla le hizo una perforación, lo palpo, pero no. Descubro que el gato tiene los colmillos inferiores zafados, la mandíbula dislocada. MP continúa trabajando. Decido que debo llevarme al gato lo más lejos que pueda, abandonarlo, dejarlo morir en paz y que nadie se entere de su sufrimiento. En mi ansiedad, me toco la dentadura, el colmillo inferior izquierdo. El diente se afloja y, finalmente, se zafa, cae en mi mano. Pero no es el colmillo sino un diente incisivo. El hecho no me altera. Es un diente defectuoso, siempre lo fue, y no me sorprende el hecho de haberlo perdido, así se lo explico a MP. Contemplo el diente, vacío por dentro, rastros de una carie en su superficie. Despierto, entonces, de una larga tarde vespertina. La cabeza me duele un poco menos que antes, aunque el dolor persiste. Tengó, aún, todos mis dientes en la boca. Joe está bien. No pasa nada." Freudianos, absténganse.

1 comentario:

Paul Medrano dijo...

Vaya! ¿Será una premonición enviada desde el futuro? Tsss. Ta cabrón.
Saludos desde el sur