7.4.08
Piaf/Curtis
Édith Piaf nació el 19 de diciembre de 1915 y murió el 10 de octubre de 1963. Ian Curtis nació el 15 de julio de 1956 y murió el 18 de mayo de 1980. Piaf vivió 47 años; Curtis, la mitad: 23. Coincidieron en esta tierra poco más de siete años. ¿Habrá escuchado Curtis a Piaf, la habrá visto cantar? Antes de seguir especulando, más datos. Piaf fue amante de Marcel Cedran, un boxeador pied noir que murió en un accidente de avión cuando cruzaba el Atlántico para ir a su encuentro. Curtis fue amante de Annik Honoré, una periodista y oficinista belga que trabajaba en la embajada de su país en Londres. Piaf tuvo una hija, Marcelle, a los 17 años; la niña murió de meningitis un par de años después. Curtis se casó a los 17 años y tuvo una hija, Natalie, quien aún vive, a los 21. Piaf se volvió adicta a la morfina y al alcohol; tuvo un accidente automovilístico casi fatal y, años después, murió de un cáncer de hígado. Curtis, epiléptico, vivió en pastillas el último tramo de su vida; intentó suicidarse dos veces, la última con éxito: la primera con una sobredosis de barbitúricos; la segunda, colgado en la cocina de su hogar. Piaf está enterrada, lo mismo que Jim Morrison, en el cementerio parisino Père Lachaise. Curtis, cremado, yace en el cementerio de su terruño: Macclesfield; sobre su lápida yace la leyenda "Love Will Tear Us Apart", título de la última canción grabada por Joy Division, éxito póstumo del cantante. Piaf cantó en vida su elegía: "Non, je ne regrette rien." Corta de estatura, Piaf cantaba poseedora de un histrionismo sin parangón, sus brazos los protagonistas de un baile delirante. Alto, Curtis inventó la marcha epiléptico-erecta con sus desbocados brazos. Sí, es allí adonde se encuentra la coincidencia, en su presencia escénica. No quiero la fama de Piaf, la más popular cantante francesa de todos los tiempos. Tampoco quiero la duda existencial y el desenlace de la vida de Curtis, padre del movimiento musical post punk de Manchester. Yo nada más quiero cantar y bailar como ellos, agitar así los brazos. Así las cosas.
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3 comentarios:
Nunca he oido a Edith Piaf, pero:
I feel it closing in,
I feel it closing in,
Day in, day out!
Day in, day out!
Day in, day out!
Day in, day out!
Day in, day out!
Day in, day out!
Excelente comparación. Sigo cautivada por las dos últimas películas de temática musical. Una, en toda la grandeza del histrionismo y el drama de la fama. Y la otra, diametralmente opuesta, en B y N, pero a la distancia de lo que implica, incluso, la vida de un hombre alejado del mundanal ruido.
Sigo, no me puedo quitar de la mente la marcha epiléptica de Curtis. Y, el actor, tan bueno como la que interpreta a la Piaf. Hasta las cejas las mueve igual.
Totalmente eclipsada....que viva el buen cine.
Sí, son buenos actores ambos, mi amor. A mí lo que me gusta mucho de Control es esta puesta en escena de las fotografías de Corbijn. Estampas en movimiento. Los medios tonos. Los encuadres. Todo para que Ian Curtis reviva y baile. La película sobre Piaf es lo opuesto: el color en pleno, todo sangre y ruido, como la Piaf misma.
Y sí, Doug: gran cosa, Joy Division. Escuha a Piaf. Y a Jacques Brel. Pero velos, mejor: grandes presencias escénicas.
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