Por algún raro motivo, decidí poner A Girl Called Eddy de camino al despacho de N. Tenía ganas de escuchar "Golden", su letra luminosa, madura. Una triste canción feliz. Pero no, no era ese mi ánimo. N estaba, como siempre, de muy buen humor, y cerramos la octava edición de Cuaderno Salmón a un ritmo muy ameno. Acabamos, sin contratiempos, a las tres de la tarde. El número, listo para imprenta, quedó en realidad hermoso, el último de la primera época de la revista. Regresé a casa con el inicio de una novela en la cabeza, me hice de comer, me senté a escribir. Y nació, de pronto, una nueva voz, la voz de un personaje que, creo, terminará por llamarse Miguel Padrón. O Miguel Barrón. Pero no digo más, no por ahora. Escribí el primer capítulo y quedé, además de encarrilado en la narración, satisfecho. Una nueva época en mi escritura, también. Apagué la mac, me fui a casa de MP. Platicamos un rato, cenamos con los niños, les pusimos un video de Joy Division en vivo, "She's Lost Control", para enseñarles la marcha epiléptica de Ian Curtis:
G y T son unos bailarines excepcionales, en realidad. Le sale muy bien la danza curtisiana, al grado de provocar envidia. Finalmente, se durmieron, MP y yo permanecimos en un abrazo silencioso, nos despedimos, regresé a casa. No sé cuántas veces escuché "Shine a Light" --May the good Lord shine a light on you / Make every song you sing your favourite tune / May the good Lord shine a light on you / Warm like the evening sun--, momento estelar del opus magnum de los Rolling Stones, Exile on Main St., acaso su mejor disco junto con Let It Bleed y Sticky Fingers, sus predecesores, con la guitarra fenomenal de Mick Taylor, sustituto del ahogado Brian Jones. Hoy, sí, es un día de esos en los que todo es posible, en que todo luce iluminado. 23.18 del 080408. Así el salmón, así las cosas.
5 comentarios:
Este blog parecía más enojado (rabioso tal vez) antes, con México, la industria editoral, etc., pero últimamente me pone de muy buen humor... luminoso y lleno de contento y agradecimiento. ¡Enhorabuena!
Hey, qué buena música para los niños. Yo también quiero Ian Curtis. Miguel Barrón suena fuerte, tiene oberol? jaja un abrazo, David.
¿No era Sábato quien hablaba de que cuando se está enamorado todo parece distinto, de otro calor y, claro, más luminoso?
Así el salmón, ja, ja.
Saludos,
En cuanto a lo otro, creo que estoy recuperando a mi hijo. Lo estoy trayendo del nuevo al lado iluminado de la fuerza. Al principio yo le ponía Joy Division y lloraba. Se tranquilizaba con Cepillín o, uy, Barney el dinosaurio escarlata.
Pero de último baila mucho con Sonic Youth.
Creo que hay esperanza.
D
Gracias, Emilio. La ira, la rabia de poco sirven, aunque mis quejas editoriales no se acaban ni se acabarán nunca, por lo menos no mientras siga en el intento de sacar a la luz mi Cuaderno Salmón, así como mis novelas.
Vikram, FF, pajarero: otro abrazo para ti, la cosa muy buena en tu blog.
Así pasa con la luz, Doug. Salud, D.
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