22.8.07
22
No sé en qué momento el número 22 comenzó a tener relevancia en mi vida, en mi devenir cotidiano. Todo, es decir, la importancia del número 22, desembocó en la escritura de un cuento, aún inédito, que terminé de revisar hace apenas algunas semanas. Un cuento, claro, llamado "22". En algún momento del cuento, el protagonista, que narra en primera persona, tiene fiebre y sufre un delirio. Todo es 22. Piensa, entonces, en el número como símbolo, casi un ideograma, de su familia compacta: sus padres, él, su hermana: dos y dos: 22. De allí pasa a pensar en la ruta 22, en el camión, un viejo Routemaster rojo, double decker, de los que ya no circulan más en Londres y que, cuando él, el narrador de "22", vivió allí, lo llevaba de Parsons Green a Green Park, de su casa a su oficina (de regreso solía usar el tren subterráneo, pero eso no lo dice, eso lo digo yo, que tengo algo del narrador de "22"). Pero no sólo hablo de esa ruta en "22", también lo hago en La piel muerta, mi primera novela, en donde la ruta 22 tiene un papel fundamental: uno de los protagonistas no se atreve a conocer a una mujer que viaja junto con él todas las mañanas, de Parsons Green a Hyde Park Corner, aunque en la novela no se mencionan ni Londres ni las estaciones ni nada, sólo el verdor de los parques y la profundidad de las vistas invernales, las copas de los árboles sin hojas, los narcisos (daffodils) amarillos que se asoman a ver nacer la primavera, lluvia y más lluvia como hoy. ¿Ya me puedo ir? [La imagen es de Jeffrey Jaye: 22 Routemaster London. La encontré luego de escribir esta entrada.]
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3 comentarios:
lástima que ya no circule. sería genial pasear con scarlett johansson y tirar bolitas de papel húmedo desde el segundo piso. aunque sea desde la ruta 22 de tu texto.
espero leerlo publicado.
saludos. david.
Si te sientes atraído por el 22 te recomiendo ver Caótica Ana de Julio Medem... "Ana es una joven estudiante de arte que descubre su conexión con otras dos chicas que murieron trágicamente a la temprana edad de 22 años".
Sr. Miklos:
Me declaro oficialmente su fan desde el día de hoy y de su gato el pequeño emperador.
Había tenido la oportunidad de leer su última novela pero debo admitir que no estaba en el mood de terminar, debe andar por ahí en alguna parte de mi caótico universo; hoy me he leído todo el blog -hasta el 27/10- y creo que ha cambiado mi perspectiva estúpidamente influenciada de que era ud. una "diva insoportable". Y ahora sí, yo ya me puedo ir..
Saludos desde Tijuana.
Grisdel.
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