30.9.08

Zaraza

Nos fuimos a Veracruz, MP y yo. El viaje comenzó, a las 11.40, en el Centro Histórico de la ciudad de México. Fray Servando nos llevó a Zaragoza y de allí a Río Frío, adonde, cerca de dos horas después, hicimos una primera escala. Comimos espinazo en salsa verde. Sin mayores atributos. Después, no paramos sino hasta el Hotel Rivolí Select, en la zona nueva de Boca del Río. Habitación 301, sin más atributos y con vista a ninguna parte, de espaldas al mar. Allí, hambrientos, pedimos un pepito de filete. Por la noche, no cenamos. Lo mejor vino a la mañana siguiente: un desayuno ideal en el Gran Café de la Parroquia, con vista al puerto. Ya saben: café, canillas, huevos tirados, jugo de naranja, papaya y, para hacer bien la digestión, una Zaraza Vargas. Luego de eso, caminamos por el puerto, llegamos hasta la vieja estación de ferrocarril, pasamos junto a las oficinas de correos (pensamos en toda la correspondencia que allí llegó, que allí ha llegado), vimos el discreto monumento a los inmigrantes españoles republicanos, regresamos al coche, un tornillo clavado en la llanta. Tras una breve escala en la vulcanizadora, nos encaminamos a Mandinga. Allí, en la Cabaña de Tomás, nos comimos unos camarones a la diabla, un pámpano empapelado y preparado al acuyo y, aderezados con la misma especie, unos frijoles, los mejores que jamás hemos comido. Más Zaraza y de regreso al puerto, con escala en un raro paraje: la Isla del Amor. Regresamos al Rívoli. Se hizo de noche. Salimos al puerto. Danzón en la plaza central. Un helado y un agua de horchata de cena. Y no mucho más. Al día siguiente, una nueva visita a la Parroquia (ahora a la recién abierta en Boca del Río, moderna pero con el viejo estilo del café), que ya celebra sus 200 años de existencia. Otra Zaraza y de regreso a la ciudad de México, vía Xalapa, con escalas en Antigua (compramos una cocada con piña, exquisita), El Lencero y su inmensa higuera y el Tío Yeyo en Coatepec, adonde comimos truchas. No tenían Zaraza. Escala en el mercado: compramos acuyo y un manojo de cilantro de río. Regresamos a Xalapa por el camino viejo que una la ciudad con Coatepec, maravillados por los platanes y demás árboles, por las casas allí construidas, por el bosque de niebla. No sabemos cómo, fuimos a dar a Tlaxcala. Y a Puebla. De nuevo a Tlaxcala. De vuelta en Puebla. Esto pasado un tránsito por ninguna parte, visibilidad casi nula: más niebla. Una escala: compramos piñones nuevos y duraznos. Finalmente, la ciudad de México, cerca de 12 horas después de nuestra salida del puerto. Así la Zaraza, así las cosas.

6 comentarios:

Sandra Strikovsky (Strika) dijo...

Perdona la ignorancia, pero ¿qué es la Zaraza?
Un saludo,
S.
P.D. La próxima vez vayan a Xico a comer mole. :P

David Miklos dijo...

La Zaraza es un refresco veracruzano, embotellado por El Jarochito, en Córdoba; un clásico de La Parroquia. En los ingredientes dice que contiene jugo de zaraza. Su color es rojo deslavado o anaranjado con insinuaciones rosadas. Pero, claro, si buscas qué es la zaraza, no encontrarás, hasta donde sé, nada: no se sabe si es un fruto, una hierba, un vegetal, inspiración divina. Antes, la Zaraza Vargas (suponemos que un tal señor Vargas la inventó) se embotellaba. Ahora, es posible conseguirla en lata, en envase plástico de 355 ml. y, ay, 3 litros. Dicen que, fuera de Veracruz, se consigue en Chedraui. Sea lo que sea la zaraza, el refresco creado por el señor Vargas es una delicia, sobre todo para el desempache. Salud, pues.

Lucio dijo...

Si le preguntas a la Wikipedia en español dice que es "una ciudad de Venezuela, capital del Municipio Pedro Zaraza en el oriente del estado de Guárico, en la región de Los Llanos."

Si le preguntas a la Wiki en inglés, dice que es una banda experimental, "an experimental industrial death/doom band from Canada", lo cual tampoco nos saca de la duda.

Habrá que ir a Veracruz por Zaraza para concer.

Lucio

Sandra Strikovsky (Strika) dijo...

Y si le preguntas a María Moliner, una de las cosas que te dice es "masa hecha con algún veneno, vidrio molido, agujas, etc., con la que se hacían bolas para matar perros, ratones, etc.". ¡Y ya no te dan ganas de probarla!

Mejor la próxima vez que vaya a Veracruz pido una Zaraza...

Un abrazo

María (ahora en paz) dijo...

Jejejejeje, sirvió acaso para el recuento de las calorías. Lástima que no arribamos con hambre a "El negro del estero". Habrá que ir de nuevo, ni modo.

Anónimo dijo...

Pues segun lo que me ha dicho la gente a la que le he preguntado, se trata de una mezcla de frutas, es como decir ponche, sangria o tutti-frutti. La diferencia es que el publico no tiene acceso a la combinacion de la Zaraza. Sino de los que han hecho ese refresco y nadamas.
Porque de ser un fruto yo digo que minimo tendria un refresco de competencia no creen?.
Saludos.