5.1.10

2010, atún, cuento

1. Esta mañana, un gran atún aleta azul de 233 kilos se subastó en Tokio: fue vendido por 177 mil dólares, a razón de 760 dólares el kilo. Uno podría vivir varios años de la pesca de un atún como ése, pienso. Aunque en realidad se me hace agua la boca y quisiera probarlo sobre un montecito de arroz al vapor, transformado en una discreta pieza de sushi de pocos gramos (10 gramos del dichoso pescado –y si las matemáticas no me fallan– costarían 7.60 dólares, bastante pagables). Luego pienso: ¿por qué no mejor pescar atunes en lugar de escribir? Y mejor no hago cálculos relacionados con los libros que he escrito.

2. He terminado un cuento. "La vida triestina", su nombre. Más que un cuento, es una suerte de emoción. Un humor en prosa. Y dará título a un libro que, si bien va la cosa, aparecerá publicado este año. Ahora bien, tengo que corregir los textos que acompañarán a esta breve pieza.

3. Y así comienzo el año en el que seré padre y cumpliré 40. Bring it on!

2 comentarios:

Vikram Dharma dijo...

Caray, un buen comienzo.
Estaré pendiente de la publicación. Un fuerte abrazo, inicio de ciclos, De. Extensivo a la cosita que va a nacer.

Guillermo Núñez dijo...

YEAH!