21.2.09

Tapabocas, Ventura, bienpensantes

En lo que sigo pensando qué escribir al respecto --mi propio tapabocas--, les dejo unas palabras de Miguel Ventura, autor de Cantos cívicos, instalación montada en el polémico MUAC --museo que ha servido de chivo expiatorio a los liberales que no saben cómo atacar frontalmente a la UNAM-- y que ha indignado a una panda de bienpensantes (ya se sabe: Enrique Krauze, su calca Isabel Turrent, Soledad Loaeza, Leo Zuckermann y, como todos los anteriores, algún otro par de críticos de arte wannabe.)

¿Qué opinas de tus detractores? ¿No te sientes como quien está experimentando con ratones y métodos conductistas?

Es muy interesante ver los comentarios, sobre todo los de quienes se han indignado. No espero salir amado de esta exposición. Lo que me llama la atención es que las preocupaciones por Cantos cívicos suenan así: ¿y qué va a decir un preparatoriano cuando vea todo esto? ¿Qué pensará alguien que no conozca la historia, alguien que no tiene la educación que yo tengo, alguien que no es doctor en ciencias políticas o en historia? Me parecen reacciones muy condescendientes. Y muy interesantes desde el punto de vista sociocultural y educativo. La gente que está en el poder y que tiene un nivel educativo alto tiene miedo de que la gente piense sola. Para entrar a ver Cantos cívicos no hace falta un doctorado. Escuchar ese tipo de comentarios es precisamente lo que quiero, para que queden al descubierto los fundamentalismos que rigen a la sociedad mexicana.

[Tomado de una entrevista realizada por Alberto Arriaga, aparecida en el esquizofrénico --¿o será plural?-- suplemento cultural Laberinto, hoy. La entrevista completa aquí.]

1 comentario:

Mendhi Samadhi dijo...

Con pena he de coincidir con lo dicho por el artista Ventura... "pena" por no poder decir algo más que no sea lo mismo. En efecto, obras como "Cantos Civicos", además de salpicar con algo fresco la conformista ideología mexicana, ponen en evidencia la pretención de quienes se autonombraron intelectuales.
Creo que la UNAM ha hecho bien al no excusarse de nada; bien al no acudir a leyendas al estilo: "la opinión vertida en este programa es responsabilidad de quien la emite y nosotros la incluimos en apoyo a la libertad de expresión". Personalmente, ésta es una excusa que debemos dejar atrás y sería bueno asumir la "existencia del criterio".