29.7.09
Champagne
Lo anterior es el segmento "Champagne" de Coffee and Cigarettes (2003) de Jim Jarmusch, director al que entrevistaré en poco menos de dos horas. Aún no puedo decir nada de su película más reciente, The Limits of Control, salvo que es notable, un gran ejercicio metafísico sobre los alcances y el poder de la imaginación, el arte. ¿Estoy nervioso? Sí. Así que mejor escucho lo que sigue (escucho, dije: ignoren las imágenes... o no):
22.7.09
Vacío
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16.7.09
Ingravidez
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14.7.09
La altura de Patricia Highsmith
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6.7.09
Same old scene (Lecciones de un domingo electoral mexicano)
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1. Perdió el PSD y la candidez pequeñoburguesa. Lamentablemente, el partido anulado --ojo: no el tachado de la lista por los anulacionistas, sino por los designios del COFIPE-- no supo trasponer el umbral de los votantes bienpensantes de la clase acomodada mexicana. Su plataforma era notable, pero mal comunicada. Hay que ver más allá del corredor Condesa-Roma-Polanco, me temo. Sin embargo, allí está el precedente: uno esperaría que la tercera fuerza que necesitamos se nutra, y aprenda, del mal trago del PSD.
2. Perdió, y no sé por qué lo pongo en segundo lugar, el presidente y los que votaron para ayudarlo en sus guerras fácticas y morales, ay, Dios. Calderón ha perdido aún más legitimidad y, a su pesar, afloja cada día más las riendas del Estado casi fallido que no parece conducir a parte alguna. Es, me temo, hora de pactar con los grandes ganadores de la contienda: el PRI que regresó al poder luego de caminar, apaciblemente, a contracorriente, y la sanguijuela-lapa que se le pegó para darle una mayoría absoluta en el Congreso, el infame PVM, que se llevó casi un ocho por ciento del voto luego de su llamado a la pena de muerte, los vales para medicinas y las clases de computación e inglés, gran proyecto para el cambio nacional.
3. A pesar de que en apariencia perdió, en el fondo el PRD-PT-Convergencia (sí, así de tripartita como suena) se llevó una especie de premio de consolación: la absoluta caída en cuenta de que para ser una tercera fuerza hace falta encaminar a Jesús Ortega por los caminos del azul y vencido Germán --o mandarlo aún más lejos, allende la chingada--, para luego así restaurarse y erigir el cuadrilatero sobre el cual AMLO y Ebrard se romperán el hocico para ver quién queda al frente, y, así, llegar hechos trizas a las elecciones del 2012, para cederle el trono, nuevamente, al PRI. ¿O no? Premio de consolación, dije. Bórrese lo anterior, téngase buena fe, créase que la izquierda puede reformarse y tiene cabida en un país en el que lo mejor sería la cohabitación, la existencia de dos fuerzas verdaderas, liberales y conservadores, y no las medias tintas que, en el corto plazo desde el 2000, no nos han traído a parte alguna, más que a la tierra de los degollados e influenzados. (En una corrección a esta entrada, descubro que me olvidé de mencionar al PANAL. Lo menciono para no dejar.)
4. Regresemos con las sombras de la elección, entre anulacionistas, individuos proclives a la errata y los abstencionistas de cajón. ¿Y si se hiciera un grupo de presión civil que, a manera de gobierno sombra, siguiera de cerca a cada uno de los cabrones que, ayer, se llevaron el gran hueso de nuestra politiquita nacional? Tres contra uno (de menos dos, o uno y medio). Seguir, vigilar, presionar. Gobernar desde el margen hacia el centro. ¿Qué no están allí esos millonarios en potencia para representarnos, para atender nuestras demandas, para llevar las leyes que deseamos a ser aprobadas? Sean buenos vecinos: apréndanse de memoria el nombre y el teléfono --la dirección electrónica también-- del diputado que le corresponde a su distrito y atosíguenlo para que les sirva bien. ¿O no a ustedes también les gustaría ganar más de 150 mil pesos al mes, exentos de ISR?
Ya pasó ayer. Ya pasó la fiebre del cambio. Anulacionistas: obtuvieron su registro. Ahora, actuen en consencuencia. Y despierten a los abstencionistas. ¿O qué no 60 es más que 40?
PS. Una más, a manera de colofón: que no les sorprenda el regreso del PRI al poder. ¡Larga vida a los huipiles coloridos, a la bandera tricolor, al nacionalismo exacerbado! Señores, por favor: piensen en el largo plazo, no en el mediano, menos aún en el corto (aunque sea el favorito de los cortos de vista, opinionistas et. al., adictos y reclusos de la coyuntura): quizás el PRI, hoy, sea el menor de los males; mañana, claro, será otra cosa. Habrá que saber cómo soltarle el meteorito a los dinosaurios, tan renegados a la extinción. Aunque, hoy, quizá sea mejor esa piedra en el zapato que un zapato azul una talla menor de la necesaria para que este país salga del atolladero y, por fin, camine. Largo plazo, pues: pensar desde la avanzada, no desde la retaguardia. Eso.
Hoy les dejo una joyita de Roxy Music: "Same Old Scene" (escúchese con atención el bajo):
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