22.9.09

Agua

No llueve. Y luego llueve en demasía. Llueve, dicen, en los lugares equivocados. Ríos y canales se desbordan. Se inundan zonas residenciales. Llueve y la basura obstruye el alcantarillado. Se inunda todo, desde el aeropuerto hasta el periférico. Uno piensa en Tláloc (o en Cthulhu y compañía). Y uno piensa en el lago que le fue usurpado a esta ciudad (aunque en Tlalpan estemos con los pies sobre tierra firme, lejos de las chinampas desvanecidas). Regresa el lago, parece ser. Y aun así, falta el agua, las presas no nos dan abasto, sequía en otras zonas, cosechas venidas a menos, todo el país en crisis por uno u otro motivo. Llueve. No llueve.