1. Anoche, MP y yo iríamos a cenar al Pujol. Hice la reservación el martes y me sorprendió encontrar una mesa disponible. Ayer, una hora antes de la hora elegida, nos llamaron del restaurante: la delegación les había pedido que cerraran sus puertas. Hablamos, entonces, al Malayo, en donde nos dijeron que sí tenían servicio y que nos esperaban a las nueve. Allí fuimos, felices, y cenamos como pocas veces hemos cenado: bien en extremo. Comensales habían pocos, es cierto, pero todos cenaban tan apaciblemente como nosotros. Hoy fuimos por un jugo y fruta al mercado de La Paz, abierto. Allí, nos enteramos, a través de una fuente que no sabemos qué tan fidedigna es, de que la delegación llegó con una orden de cierre a Cluny. La dueña dijo que no cerraría. Le pidieron la "módica" cantidad de 150 mil pesos para permitirle que mantuviera las puertas abiertas. Cierto o no, el caso es que intentamos tomar un café en La Selva del centro de Tlalpan, pero nos encontramos con el local cerrado. Ahora bien: ¿quién mandó cerrar los restaurantes y los cafés? No parecen ser las mismas autoridades que pospusieron el regreso a clases hasta el próximo 6 de mayo. Hasta donde sé, no hay una orden federal que pida que se cierren dichos establecimientos. Infiero, entonces, que se trata de acciones delegacionales límpidas y nobles...
2. A ojo de buen cubero, la mitad de los transeúntes con los que nuestro andar se cruza llevan puesto un tapabocas. Algunos lo llevan atado a la muñeca, no sabemos por qué. Otros lo llevan bajo la nariz. Otros se lo quitan de la cara para hablar. Y así. Lo mejor: la gente se cuida de la influenza con tapabocas, pero camina y maneja como si no hubiera mañana. MP ve los tapabocas verdiazules y me dice: ¿Los buenos son los blancos, no? Lo ignoro. Me niego a llevar tapabocas. Mi madre me llama, me dice que si cuando salgo me pongo tapabocas. Le digo que no. Y así.
3. Hay casos de influenza en EUA, sí. Mild cases, es decir, casos ligeros. No hay alerta por el posible caso de una pandemia, aún. Y, hasta dónde sé, sólo en México se han cerrado las escuelas. Pero no las empresas ni las dependencias públicas cuya afluencia, me temo, será idéntica que la de cualquier recinto educativo. Pero quizá los trabajadores, obreros o administrativos, seamos inmunes al virus.
4. Mejor lean este blog, en donde encuentro la promesa de un muy buen libro, una crónica de autoficción: Cetrería.
3 comentarios:
Meseros entregan el platillo usando tapabocas, en la Trattoria, el dedo dentro de la sopa.
bueno, los juzgados de lo civil y lo penal si dejarán de tranajar desde hoy lunes. No sé si otras dependencias. Curiosa la gente: usa el tapabocas, pero mal. Mejor no usarlo entonces. Saludos.
No sé por qué, sólo recuerdo que "Happy go lucky", vaquero. We just have to focus on that (y mientras te escribo esto, la tierra tiembla ¿una señal más de que el Apocalipsis se acerca?)
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