3.3.09

Nuit et brouillard

Anoche vi Nuit et brouillard (Noche y niebla, 1955), el documental de Alain Resnais sobre los campos de exterminio dirigidos por las SS de los nazis. Sorprende, de pronto, el color: el Holocausto siempre lo he pensado en blanco y negro. Las escenas en las que la cámara observa los campos, de afuera hacia adentro, son abrumadoras: el vacío allí donde, en su momento, el hacinamiento era la consigna. La voz del narrador describe la catástrofe sin mayores sobresaltos, las palabras de Jean Cayrol como un mantra luctuoso. Vemos, de pronto, imágenes de archivo, esas sí en blanco y negro, en un horror in crescendo. Vemos cuerpos sin vida. Vemos zapatos, miles de zapatos sin dueño. Impacta la escena en la que la cámara se pasea por las letrinas, decenas de agujeros contiguos, la privacidad incluso allí anulada. Estaba enfermo, anoche, y cuando apagué la videocasetera (conseguí una copia del documental en VHS) comenzó el delirio. Fiebre y cuerpos, la solución final. Resnais filma el horror en 30 minutos: suficientes para comprenderlo todo.

4 comentarios:

Emilio dijo...

No he visto "Nuit et brouillard", pero hace unos meses me eché "Shoah" (sí, completa, en dos tardes en la cineteca) y sentí lo contrario a lo que dices: que eran necesarias 8 ó 9 horas para comprenderlo todo, y para hacerle justicia a todo, a todo lo que sucedió y a todo lo que ya no es. saludos!

David Miklos dijo...

Sí, tal es la intención de Lanzmann con Shoa. Ten en cuenta que cuando Resnais hizo Nuit et brouillard el Holocausto, el horror, apenas comenzaba a conocerse. Su esfuerzo es monumental. Hay un momento en el que dicen que se trata de nueve millones de muertos, por ejemplo, y no los siempre mentados seis o los 5.1 de Hilberg. Esa cantidad inconmensurable (de forma humana, pues). Y la intención de Shoa es, más bien, todo lo que es: la consigna es "Nunca olvidar". Saludos, Emilio.

Humberto Aguinaga dijo...

Yo nací el año que se produjo Nuit et brouillard. Está en YouTube. En este viaje siguiendo tu huella, David, acabo de verla. Un poco antes del final, cuando el trascabo barre cuerpos, el dolor me hizo darme cuenta que me estaba mordiendo un dedo.

"Un pueblo abandonado aún lleno de amenaza. ¿Quién de nosotros vigila desde esta extraña atalaya para advertir de la llegada de nuevos verdugos?"

Me da miedo.

David Pérez dijo...

Una desgarradora página de la historia que no debemos olvidar. Buscaré el documental en Youtube. Gracias por compartir.

Saludos,

David R. Pérez V