A mis amigos verdaderos, buenas personas todos ellos
Anteanoche MP y yo vimos Gran Torino, la película más reciente de Clint Eastwood. La vimos metidos en la cama, protegidos del frío y del mundanal ruido bajo el edredón, la película proyectada en la pantalla de mi MacBook. Un ritual que nos gusta cada vez más, ya que las películas adoptan una dimensión distinta, íntima, aunque pixeleada. Pero sigamos con Gran Torino, una de las mejores películas que he visto en mi vida, filme majestuoso sobre el sino de la amistad y la vulgaridad de la cobardía que aqueja a nuestro devenir cotidiano más presente. No puedo sacudirme de encima el clímax de la película, esa escena: el hombre --no diré cuál-- muerto, abatido sobre la acera. Sacrificado. Los brazos extendidos sobre una imaginaria cruz urbana. Luego, la calma, una misa con cuerpo presente --segunda de la película--, elipsis obligada. Finalmente, la paz y la voz de Clint Eastwood, a la Tom Waits, cantando el tema, "Gran Torino", la voz madura, casi acabada, que le cede el micrófono al joven Jamie Cullum, insuflado de vida. El tema que me acompaña todo el día, ahora. El nudo en la garganta que no se termina de deshacer. La certeza de que Clint Eastwood es el más grande cineasta americano vivo. Ayer, apenas MP se fue a correr, escribí un texto en 12 partes, 12 retratos de los personajes encarnados por Clint Eastwood, desde Joe y Harry el sucio hasta Walt Kowalski, protagonista de Gran Torino. Pero no digo nada, como siempre. ¿Por qué me conmovió Gran Torino? No. Más que conmoverne, me abatió. Caí al suelo (un suelo metafórico), fulminado, lo mismo que el hombre que se ofrece en sacrificio y cae, el cuerpo en cruz, sobre una acera urbana. Un mundo de cobardes, pienso. Sissies, como los llama Clint Eastwood. Pienso en mis amigos, los verdaderos, todos ellos valientes. Y pienso en los amigos que, en realidad, nunca lo fueron y no están más aquí, aunque sus fantasmas sirvan como recordatorio de la infamia, de la cobardía, de la traición a sí mismos. Sigo sin decir nada. En fin. Mejor canto. Canto "Gran Torino", el sutil piano al fondo, nunca mundanal ruido, y me voy a abrazar a MP que escribe allá en el comedor.
8 comentarios:
Tuve la suerte de verla en cine...seguida de RR, cuya reseña del libro en que se basa hiciste hace un par de años.
¿Y te gustaron? Acabo de reseñar RR en Nexos (mi texto aparece en febrero). Me parece muy buena la adaptación de Mendes. El libro de Yates, sencillamente magistral. Y bueno, Gran Torino, caray... Sigo allí. Acabo de leer la reseña del NYT y me sorprendió (sobre todo porque a Changeling la trataron mal, y no estuve de acuerdo). La que acabamos de ver es The Mysterious Case of Benjamin Button, adaptación muy libre de un relato de Fitzgerald. Nada mal, tampoco, pero en otro registro. En fin, eso.
No he visto las tres q menciona (GT, RR, TCOBB), pero pronto lo haré. Felicidades por publicar en Nexos. ¿ya no colaborará en Cine Premiere?
A mí me da mucho que hayan hecho una adaptación muy libre del cuento, más bien flojón, de Fitzgeral; que justo vengo de verla, dicho sea de paso. La gran cosa.
Grande Clint. Uno no sale de sus películas sin sentir que le han dado un puñetazo. Me muero por verla, carajo.
Un saludo.
Gran post, querido David. Sí, la primera película dirigida por Eastwood que vi fue "Cazador blanco, corazón negro", extraordinaria adaptación. Luego, por supuesto, "Unforgiven". Ahora con lo que comenta de "El Gran Torino", ufff!
Un abrazo.
WOW, qué ganas de verla... estoy en un loop con el tema musical gracias a tu blog.. cuándo la estrenan en México? besos miles
Jaime: esa película de Clint es maravillosa, todo un homenaje a John Huston. La busco en mi Blockbuster y nada. La compraré, mejor. Quiero volverla a ver desde hace mucho. Un abrazo igual.
Gustavo: gracias por comentar. Sigo colaborando, fielmente, con Cine Premiere, sobre todo en su versión virtual. Pronto, algo sobre Clint Eastwood. Y en Nexos colaboro mensualmente a partir de enero. Son los dos medios en los que hablo de cine (en La Tempestad lo hago de vez en cuando: allí se me dan mejor las letras, por ponerlo de algún modo).
Doug: Gran Torino, lección de vida, sobre todo si se vive en donde tú vives, amigo. Salud.
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