28.4.08

22 años, un réquiem


Hace 22 años compré mi primer cd, Forever Young de Alphaville, incluso antes de tener un aparato para reproducirlo. Poco a poco, mi colección fue creciendo. Hasta el jueves por la tarde, cuando entraron a robar a mi casa. Mi colección de cds fue diezmada en un instante. Cuando llegué al departamento, por la noche, encontré la puerta abierta. El gato lloraba. La cerradura destrozada, la luz encendida. Lo primero que vi fue el anaquel de mis discos: casi del todo vacío. En el estudio faltaban tres o cuatro cajas llenas de discos aún. No más cds. Los ladrones no se llevaron los discos del anaquel de música clásica, sin embargo, aunque varios discos de dicho rubro estaban desperdigados aquí y allá, mezclados con el resto. Los ladrones cogieron algunas pilas de discos que estaban en el librero; otras, no. Se llevaron, también, mi cámara fotográfica, buena parte de mis dvds, dos laptops muertas en sus estuches y un celular viejo. Nada más que eso. Nada más que una historia de 22 años depositada en mi colección de cds, trasladada por los ladrones a mi vieja maleta negra (que me acompañó de ida a Londres; y de regreso). Hoy que la música es casi etérea (nada más etéreo que un mp3), he decidido no comprar más cds. Veré cuáles me dejaron ellos, que allanaron mi casa el jueves por la tarde. Sé que no se llevaron el Heartbreaker de Ryan Adams: ése me lo llevé yo el jueves por la mañana, lo escuché en el coche durante todo el día. Me pareció perfecto. Un disco inagotable. Hoy, camino a la oficina, lo escuché de nuevo. Lo escucharé muchas veces más, hasta superar el impacto del robo. En una de las canciones de Adams, la frase "Steal my records." Y así fue. Cómo negarlo: hay un vacío en mí, otro en mi historia, como si me hubieran robado buena parte de mis diarios, de mis recuerdos trasladados más allá de la memoria. 22 años: no más. Así las cosas.

21.4.08

Sobrevive (anula al otro) y vencerás

Es probable que la carrera presidencial demócrata ya esté decidida, incluso antes de las elecciones primarias de Pennsylvania, que tendrán lugar mañana. La feroz lucha entre Hillary Clinton y Barack Obama deja mucho que desear. Por un lado, la actitud de superioridad moral del segundo (que tiene altura, pero quizá no tanta humildad como desearíamos); por el otro, la capacidad (auto)destructiva de la primera, su ánimo de bulldozer. Una cosa queda clara: a John McCain le están poniendo la presidencia en el plato. Ya se sabe: divide y vencerás. Y McCain no ha tenido que mover un solo dedo: Obama y Clinton han hecho el trabajo por él, debilitando al partido demócrata en su deleznable lucha intestina. La gente que apoya a Clinton odia a Obama; y viceversa. Si el candidato apoyado no obtiene la nominación, ¿qué sucederá? ¿Se apoyará al otro o se optará por la otra vía, ajena al partido al que se dice pertenecer? (Asomarse aquí, a la columna de Bob Herbert en el New York Times.) Algo se esclarece: la democracia, sobrevalorada, ha cruzado su propia frontera y deja de ser el fin último de las sociedades bienpensantes. (Asomarse, en otro aparente tenor, a la columna de María Amparo Casar en el Reforma, hoy; no pongo el vínculo porque se necesita contraseña. La copio a pie juntillas.) Imperan la competencia, los estragos de la lucha por el poder, la minimización del otro. Y uno se pregunta adónde quedó aquella consigna de hermanos en armas, united we stand, united we fall. No más: you fall, I stand. Así la democracia, así las cosas.

Dialogar o amagar
María Amparo Casar
Reforma, 21 de abril de 2008

Hay poco más que añadir al significado de que el Congreso lleve 10 días clausurado; a la indignación de ver silenciada la tribuna parlamentaria por una minoría; a la condena generalizada de una conducta que no cabe en una democracia.

No queda entonces sino intentar una explicación. Una explicación basada en la racionalidad de quien comanda estas acciones. Una racionalidad en la que los medios se ajustan a los fines. Unos fines abiertamente declarados. Unos medios que se apartan de la racionalidad democrática.

Los fines declarados: "acabar con la República simulada", reventar el sistema político, provocar el fracaso del gobierno del espurio Calderón.

Los medios: los que hagan falta. Paralizar la ciudad durante 40 días, convocar a una huelga legislativa, clausurar el Congreso, destruir a su propio partido, polarizar a la sociedad.

La racionalidad: sobrevivir como político.

Si algo ha caracterizado a López Obrador es su consistencia. Como jefe de Gobierno primero, como candidato presidencial después y hoy, como líder de un movimiento cuyos límites desconocemos porque como él lo ha dicho llegaremos "hasta donde el pueblo quiera". En cada caso, en cada situación, ha despreciado la racionalidad democrática. En cada caso se ha colocado fuera, contra o por encima de las instituciones. En cada caso la estrategia ha pagado.

De López Obrador puede decirse que no es un demócrata. No sólo porque no acepta la derrota sino porque no acepta ni las reglas ni los límites que la democracia impone a la racionalidad política: los de las reglas del juego, los de la deliberación, de las alianzas y de la toma de decisiones por mayoría.

Hoy es la clausura del Congreso, pero ayer fue el plantón de Reforma y antes de eso el bloqueo a San Lázaro para impedir que Fox rindiera su Informe, el desacato a diversas sentencias judiciales, el cierre del instituto de acceso a la información, la utilización clientelar de los recursos públicos, la entrega de contratos al margen de la normatividad o la no publicación de las leyes emanadas de la Asamblea del Distrito Federal. Todo en nombre de la defensa de los intereses del pueblo.

Puede escatimársele lo que se quiera pero no su habilidad política. Habilidad para presentar su causa, para controlar a su partido, para eludir la ley, para hacerse de recursos, para fijar la agenda.

Su comportamiento es racional. La probabilidad de éxito de su estrategia es alta y el riesgo de las represalias, bajo. Si algo le dejó el desafortunado episodio del desafuero fue la impunidad. Después de ese fallido intento nadie se atreve a tocarlo. Ha aprendido que puede violentar las instituciones y subvertir el Estado de derecho sin consecuencias.

A estas alturas resulta ingenuo creer que López Obrador y los legisladores que obedecieron la orden de tomar la tribuna estén medianamente interesados en un debate amplio y plural para llegar a la mejor alternativa de reforma a Pemex. Menos aún que estén dispuestos a aceptar el producto de la voluntad de la mayoría parlamentaria. Su propósito es seguir existiendo políticamente. Baste recordar aquella respuesta llena de cinismo pero también de verdad cuando se le preguntó el por qué de los plantones de Reforma al Zócalo y sin rodeos contestó: "si no estuviéramos en Reforma, ya no existiría políticamente". Lo mismo ocurre ahora, clausuro el Congreso porque quiero seguir existiendo. Conjuga mejor el verbo amagar que el de dialogar.

El debate exigido tiene propósitos muy distintos: exhibir el músculo, demostrar quién manda en su partido, mantenerse en el escenario público, refrendar el desprecio por las instituciones, llegar al 1o. de septiembre sin reforma.

Pero si sus acciones se inscriben en una nítida racionalidad política, no puede decirse lo mismo del resto de las fuerzas políticas que se dejan amagar una y otra vez. Cuál es la racionalidad que lleva a que 590 legisladores se dejen amagar por 38; cómo explicar que los presidentes de las Cámaras no hagan uso de sus facultades para restablecer el orden en sus recintos, cómo comprender que la mayoría de la fracción perredista se deje amedrentar por ser llamados cobardes o traidores, cómo entender que el partido permita la violación de su normatividad interna, cómo justificar que la autoridad siga permitiendo el desafío a las instituciones y la ruptura del Estado de derecho.

¿Nadie les ha dicho que el ABC de la negociación indica que "primero te bajas de la tribuna y luego negocio" porque eres tú y no yo el que está fuera de la legalidad? Por lo visto no. Se acepta cualquier condición: el debate en los términos impuestos por ellos, la cancelación de las sesiones hasta que acabe el periodo ordinario, la promesa de que no se discutirá la reforma petrolera en un extraordinario, la institución de la figura de referéndum.

Se dice que la racionalidad de AMLO es "cortoplacista" pero que los mexicanos lo castigarán en las urnas. Que según las últimas cifras de Consulta Mitofsky hoy sólo el 15 por ciento votaría PRD y sólo el 13 por ciento de la población se identifica con el perredismo. Pero este argumento sólo se sostiene si seguimos pensando en la lógica y en las armas de la democracia y está claro que ni ésa es la lógica que mueve a López Obrador ni ésas son las armas que va a utilizar.

13.4.08

Women will inherit the earth

Domingo. MP lee, estudia, se prepara para su examen neoprofesional. Afuera, la noche cae, súbita. Leo esto, escrito por mí el jueves. Pienso en Into the Wild, en los espacios abiertos, la intemperie, la soledad ante los elementos, la realidad de la compañía, la felicidad. Pienso en la adversidad, en el nado a contracorriente, en el viento de frente, en las resoluciones de una crisis, en el cambio sin previo aviso. Pienso en lo que quiero. Y lo que quiero está aquí. Así las cosas.

10.4.08

Noticias editoriales

Pronto saldrá de imprenta el número 8 de Cuaderno Salmón. Más informes, aquí. Y pronto también circulará una nueva antología de narradores mexicanos, los Grandes Hits Volumen 1 compilados por Tryno Maldonado y la editorial Almadía --incluye mi cuento "22"--, desde Oaxaca, una ciudad sin lugar a dudas mejor que ésta; informes aquí.

8.4.08

A perfect day for salmon

Por algún raro motivo, decidí poner A Girl Called Eddy de camino al despacho de N. Tenía ganas de escuchar "Golden", su letra luminosa, madura. Una triste canción feliz. Pero no, no era ese mi ánimo. N estaba, como siempre, de muy buen humor, y cerramos la octava edición de Cuaderno Salmón a un ritmo muy ameno. Acabamos, sin contratiempos, a las tres de la tarde. El número, listo para imprenta, quedó en realidad hermoso, el último de la primera época de la revista. Regresé a casa con el inicio de una novela en la cabeza, me hice de comer, me senté a escribir. Y nació, de pronto, una nueva voz, la voz de un personaje que, creo, terminará por llamarse Miguel Padrón. O Miguel Barrón. Pero no digo más, no por ahora. Escribí el primer capítulo y quedé, además de encarrilado en la narración, satisfecho. Una nueva época en mi escritura, también. Apagué la mac, me fui a casa de MP. Platicamos un rato, cenamos con los niños, les pusimos un video de Joy Division en vivo, "She's Lost Control", para enseñarles la marcha epiléptica de Ian Curtis:



G y T son unos bailarines excepcionales, en realidad. Le sale muy bien la danza curtisiana, al grado de provocar envidia. Finalmente, se durmieron, MP y yo permanecimos en un abrazo silencioso, nos despedimos, regresé a casa. No sé cuántas veces escuché "Shine a Light" --May the good Lord shine a light on you / Make every song you sing your favourite tune / May the good Lord shine a light on you / Warm like the evening sun--, momento estelar del opus magnum de los Rolling Stones, Exile on Main St., acaso su mejor disco junto con Let It Bleed y Sticky Fingers, sus predecesores, con la guitarra fenomenal de Mick Taylor, sustituto del ahogado Brian Jones. Hoy, sí, es un día de esos en los que todo es posible, en que todo luce iluminado. 23.18 del 080408. Así el salmón, así las cosas.

7.4.08

Piaf/Curtis


Édith Piaf nació el 19 de diciembre de 1915 y murió el 10 de octubre de 1963. Ian Curtis nació el 15 de julio de 1956 y murió el 18 de mayo de 1980. Piaf vivió 47 años; Curtis, la mitad: 23. Coincidieron en esta tierra poco más de siete años. ¿Habrá escuchado Curtis a Piaf, la habrá visto cantar? Antes de seguir especulando, más datos. Piaf fue amante de Marcel Cedran, un boxeador pied noir que murió en un accidente de avión cuando cruzaba el Atlántico para ir a su encuentro. Curtis fue amante de Annik Honoré, una periodista y oficinista belga que trabajaba en la embajada de su país en Londres. Piaf tuvo una hija, Marcelle, a los 17 años; la niña murió de meningitis un par de años después. Curtis se casó a los 17 años y tuvo una hija, Natalie, quien aún vive, a los 21. Piaf se volvió adicta a la morfina y al alcohol; tuvo un accidente automovilístico casi fatal y, años después, murió de un cáncer de hígado. Curtis, epiléptico, vivió en pastillas el último tramo de su vida; intentó suicidarse dos veces, la última con éxito: la primera con una sobredosis de barbitúricos; la segunda, colgado en la cocina de su hogar. Piaf está enterrada, lo mismo que Jim Morrison, en el cementerio parisino Père Lachaise. Curtis, cremado, yace en el cementerio de su terruño: Macclesfield; sobre su lápida yace la leyenda "Love Will Tear Us Apart", título de la última canción grabada por Joy Division, éxito póstumo del cantante. Piaf cantó en vida su elegía: "Non, je ne regrette rien." Corta de estatura, Piaf cantaba poseedora de un histrionismo sin parangón, sus brazos los protagonistas de un baile delirante. Alto, Curtis inventó la marcha epiléptico-erecta con sus desbocados brazos. Sí, es allí adonde se encuentra la coincidencia, en su presencia escénica. No quiero la fama de Piaf, la más popular cantante francesa de todos los tiempos. Tampoco quiero la duda existencial y el desenlace de la vida de Curtis, padre del movimiento musical post punk de Manchester. Yo nada más quiero cantar y bailar como ellos, agitar así los brazos. Así las cosas.

4.4.08

Culo/Bottom


Bottom
Originally uploaded by vaquerito

Llevo varios meses con una cuenta de Flickr, un vicio compartido con MP. Hace algunos días subí una foto. La foto de una pintura. El detalle de una pintura: un trasero femenino. Un culo. Una grupa. Un par de voluptuosas, pálidas nalgas nórdicas. Colgaban de un muro del Museo Franz Mayer. Y, gracias a las etiquetas (tags) que la describen, ese detalle culo ha sido mi fotografía más vista. 113 veces a la fecha. Acá lo pueden ver en grande. Así los culos, así las cosas.

3.4.08

Pulpos

The scientists discovered that octopus mating can take place several times a day once the creatures reach sexual maturity.

It usually begins with the male octopus poking the female with his long, flexible, hectocotylus arm and then slipping it into her mantle cavity.

Once the sperm packet has been deposited, the female retires to her den and lays tens of thousands of eggs, which she weaves into strings and attaches to the roof of her underwater dwelling. She keeps the eggs clean by blowing jets of water on them and is unable to leave her den to forage for food during this time.

After about a month, the eggs hatch and the weakened mother octopus dies. The father also dies within a few months of mating, leaving the newborns to fend for themselves.

[Tomado de "Study sheds light on octopus sex", The Guardian, 3 de abril de 2008]

Así los pulpos, así las cosas.

1.4.08

Tomorrow knows

Hoy amanecí con el Abbey Road y cerré con el Revolver. No deja de sorprenderme la sutil transición entre "Got to Get You into My Life" y "Tomorrow Never Knows", canciones --sobra decir perfectas-- ubicadas en extremos opuestos, tanto que se tocan la espalda. Hoy, además de escuchar a The Beatles, tomé una decisión de peso y me quité un lastre de encima. Hoy me entrevistaron para un programa de televisión, hablé sobre Constantino Cavafis y su gran sí. Hoy, también, J me contó, en respuesta a un comentario relacionado con MP, un evento de su vida personal que me enterneció y me hizo admirarlo aún más, tenerle aún más afecto del que le tengo, a cerca de cuatro años de conocernos. Hoy, sin lugar a dudas, fue y sigue siendo un gran día. Dormiré en paz, como si ella estuviera aquí. Está aquí: nunca se va, en realidad. She's already into my life. And tomorrow did know, after all. Así las cosas.

[La foto de aquí abajo la tomó ella, hace un mes o más, en La Viga; la de arriba, yo, hoy, camino a su casa.]